Desde la formación consideran que “la situación sanitaria ya no justifica que no se atienda presencialmente a quien así lo desee” y temen que la pandemia “pueda ser la excusa para degradar la calidad de la Atención Primaria”.
Cantabristas ha instado este lunes a la Consejería de Sanidad a recuperar las citas presenciales de Atención Primaria, “atendiendo a quien solicite cita previa, sin filtros ni obstáculos”, como se venía haciendo antes de la pandemia. Desde la formación consideran que la limitación de la atención presencial fue una medida “que se tomó con carácter excepcional y que respondía a una situación de emergencia, en la que tenía sentido, pero que no puede convertirse en la nueva normalidad de la atención sanitaria”.
Desde Cantabristas consideran “fundamental recuperar este derecho a la atención presencial, que no se puede equiparar a la atención telefónica, y que representa una inversión en prevención cuyos beneficios superan indiscutiblemente a sus costes”. Están de acuerdo en permitir que sea el paciente quien decida “si quiere ser atendido presencial o telefónicamente”, pero alertan de que “poder decidir exige que se ofrezcan citas presenciales en un periodo razonable de tiempo y que la plataforma para solicitar cita funcione correctamente”, algo que, señalan, “no sucede en la actualidad”.
Desde Cantabristas denuncian que, como ellos, muchos usuarios y usuarias se preguntan si “en aras de una supuesta modernización de la atención sanitaria, estamos en camino de la degradación del sistema sanitario, a través de un recorte encubierto en material de personal”.
Por otra parte, destacan “el importante papel de la Atención Primaria en el funcionamiento del sistema de salud en su conjunto, así como de los Servicios de Urgencias de Atención Primaria”, por lo que consideran “imprescindible que ofrezca una atención directa, accesible, cercana y de calidad, que sirva como puerta de entrada al sistema evitando la saturación de las urgencias hospitalarias”. Este objetivo, consideran, “exige pedagogía e información al paciente sobre los diferentes servicios y niveles de asistencia, al que frecuentemente se culpa de hacer mal uso de estos servicios, pero también exige inversión para que la calidad de esa asistencia sea la mejor posible”.