Cantabristas denuncia la tala de más de una decena de árboles centenarios en Bolmir

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Desde la formación cantabrista recogen la información que les han hecho llegar los vecinos del pueblo, que recientemente han realizado una intervención artística de protesta en el espacio que antes ocupaban los árboles, que ahora es un parque infantil de plástico y hormigón

Cantabristas ha denunciado públicamente la tala de más de una decena de árboles centenarios en Bolmir, tras recibir información de los vecinos del pueblo, que recientemente han protestado con la realización de una intervención artística en el lugar donde antes se encontraban dichos árboles, convertido ahora en un parque infantil de plástico y hormigón. La destrucción indiscriminada de estos árboles fue perpetrada, sin previa consulta con la población, por el Ayuntamiento de Campoo de Enmedio y con la connivencia del alcalde pedáneo en septiembre, pero no ha sido hasta ahora cuando los vecinos del pueblo se han manifestado, en vistas de la impunidad flagrante de este atentado ecológico.

Desde la formación cantabrista han mostrado todo su apoyo a los vecinos y vecinas de Bolmir y a su justa reivindicación. “La protección del patrimonio natural de nuestros pueblos debe ser uno de los ejes primordiales que guíen la actuación de las corporaciones municipales, ya que forman parte de nuestra historia y memoria colectiva, además de cumplir una función medioambiental fundamental”. Con estas palabras, Cantabristas reafirma su defensa del entorno natural autóctono y su oposición a las políticas del hormigón, “ya sean practicadas a gran escala con macropolígonos eólicos o en pequeña escala con la destrucción de áreas naturales locales de especial valor”.

La intervención artística, que fue retirada con premura por el alcalde, constaba de una cinta de balizar 100% compostable que rodeaba el parque simulando la escena de un crimen y una serie de carteles con mensajes de protesta. Con ella, los y las vecinas de Bolmir buscaban difundir lo ocurrido, que no han dudado en definirlo como “un crimen y un ataque a lo más valioso que un pueblo puede tener: su patrimonio natural”.

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