El Conceju Local de Cantabristas Santander considera imprescindible que se abra un foro de participación para señalar las necesidades complementarias de la ZBE, tales como aparcamientos disuasorios, zonas verdes o movilidad alternativa
Cantabristas ha solicitado al Ayuntamiento de Santander que comience a trabajar en una Zona de Bajas Emisiones para la ciudad, que por ley debe estar activada en el próximo año 2023. Las dificultades que entraña el entramado urbanístico de la capital cántabra para realizar este espacio, en el que los vehículos más contaminantes estarían vetados, exige, según el partido, “comenzar a trabajar cuánto antes en la definición de su localización y las actuaciones que deben acompañarla, tales como aparcamientos disuasorios, zonas verdes o fomento de la movilidad alternativa, para que su implantación sea beneficiosa para toda la población santanderina”.
El portavoz del Conceju Local de Cantabristas Santander, Manuel Núñez, ha querido insistir en la necesidad de “comenzar cuánto antes con la planificación del proceso de implantación de la Zona de Bajas Emisiones, para lo cuál es imprescindible que se abra un foro de participación donde esté presente la administración local y autonómica, los colectivos vecinales, ecologistas, de transportistas, geógrafos, arquitectos, comerciantes, taxistas, y la Universidad de Cantabria”. Y es que, desde su perspectiva, la participación social es la única manera de “evitar que Gema Igual y su equipo lleven a cabo estas medidas de obligatorio cumplimiento de forma elitista, priorizando intereses privados que beneficien exclusivamente a los barrios más favorecidos de la ciudad”.
Desde Cantabristas consideran que la creación de una zona de tráfico restringido en el centro de Santander, siguiendo el ejemplo de muchas ciudades europeas atlánticas, es una medida que podría mejorar notablemente la calidad del aire, reduciendo los niveles de contaminación y paliando sus efectos nocivos en la salud de las personas, y contribuyendo a la lucha contra el cambio climático y la protección del medio ambiente. Además, Manuel Núñez ha explicado que, acompañando estas medidas de un proyecto de movilidad sostenible que vertebre toda la comarca, puede conseguirse que “otras formas de transporte ganan espacio y se generan calles más transitables y cómodas y espacios más limpios y amigables”.