El partido se compromete a aprobar un Plan de Ordenación del Territorio que integre todas las políticas sociales, económicas, ambientales y de vivienda para conseguir un desarrollo racional en todas las escalas del territorio. Para ello, también derogará la actual Ley del Suelo y establecerá una nueva, que proteja el suelo fértil y limite la construcción de vivienda al suelo urbanizable
Cantabristas ha reivindicado una política territorial y urbanística responsable con el medio ambiente en un acto público en Laredo. Allí, el partido cantabrista se ha comprometido a aprobar un Plan de Ordenación del Territorio que integre todas las políticas sociales, económicas, ambientales y de vivienda para conseguir un desarrollo racional en todas las escalas del territorio. Además, el candidato cantabrista al Parlamento de Cantabria, Paulu Lobete, ha declarado que derogarán la actual Ley del Suelo en todo lo relativo a la definición y usos del suelo rústico y establecerán una nueva, “que proteja el suelo fértil y limite de forma estricta la construcción de vivienda en suelo urbanizable”.
Desde la villa pejina, Lobete ha anunciado también que, si consiguen representación en el Parlamento cántabro, trabajarán por limitar de forma estricta la herramienta de los PSIRes, asegurando su aplicación exclusivamente para proyectos en los que se justifique adecuadamente su beneficio en el interés general de la población: “Vamos a poner fin al uso discrecional de los PSIRes. El Gobierno de Cantabria solo quiere utilizarlos para hormigonar terrenos fértiles como las Excavadas o la Pasiega y no se lo vamos a permitir. Basta ya de malvender nuestra tierra a los intereses privados y particulares de las empresas constructoras”.
Además, Cantabristas ha destacado que, si logran entrar a las instituciones, promoverán el fomento de la rehabilitación de viviendas vacías, en estado de ruina o fuerte deterioro, así como la elaboración de una normativa de estilos arquitectónicos para ello. Respecto a esto último, Lobete ha explicado que la normativa de estilos debe tener carácter vinculante, tanto para administraciones como para particulares, “con el objetivo de preservar los estilos arquitectónicos autóctonos de las diferentes comarcas de Cantabria y minimizar el impacto paisajístico de las nuevas construcciones, así como orientar y establecer criterios para la rehabilitación de edificios”.