La formación política lamenta que el consejero «no muestre ningún tipo de preocupación por las imágenes del macrobotellón en el espacio protegido del Puntal» y que sea “el único que no se ha enterado de la situación de masificación que estamos viendo todos los cántabros este verano».

Cantabristas ha contestado a las recientes declaraciones del consejero de Medio Ambiente de Cantabria, Roberto Media (PP), en las que sostenía que Cantabria no está masificada y que lo que hemos visto en el Puntal de Somo no tiene nada que ver con Magaluf: “El negacionismo no cambia la realidad de masificación turística que vemos y sufrimos en Cantabria durante el verano”. El portavoz cantabrista, Paulu Lobete, ha lamentado que el consejero “no entienda la gravedad de la situación, a la luz de las imágenes del macrobotellón en el espacio protegido por el Puntal”.
En este sentido, desde Cantabristas han denunciado que “no se están respetando los espacios naturales y, desde el Gobierno de Cantabria se sigue promocionando la afluencia turística sin ningún tipo de planificación ni control”; lo que a su juicio está perjudicando a la población cántabra. Lobete ha sostenido que Media “quiere hacernos creer que todo va genial” cuando “el hartazgo por esta situación es una realidad que está en la calle y que sufrimos los vecinos y vecinas, especialmente en los municipios de costa”.
Así mismo, han explicado que solo Cantabristas está denunciado, insistentemente, que “el modelo de masificación turística conduce a una degradación de los espacios y un empeoramiento de las condiciones de vida de la mayoría de la población de Cantabria». Un modelo que, consideran, «está beneficiando a unos pocos a costa de lo que es de todos» y está «comprometiendo el futuro de Cantabria». No obstante, Lobete ha querido recalcar que «no nos resignamos a convertir nuestra tierra en una colonia turística», y advierte de que su partido estará en 2027 en las instituciones de Cantabria «para poner orden en el descontrol y el caos de este modelo turístico y defender el interés de los cántabros y cántabras por encima de cualquier interés particular».
Viví de pequeña en un pueblo de Cantabria y más tarde en Santander, donde comencé a trabajar y me casé.
PermalinkMi primer hijo nació aquí.
Trasladaron a mí marido a Madrid y al año lo pedí yo. Con diez meses mi hijo llegó allí.
Parte de mi familia reside aquí y nosotros venimos todos los veranos.
Me preocupa el medio ambiente , que se cuide la naturaleza, las ciudades y los pueblos y que se tomen medidas.
Sin embargo noto, con preocupación, que está aumentando una gran fobia a las personas que venimos a disfrutar de este bello lugar.
Parece que todo se polítiza, se radicaliza y se nos hecha la culpa de que masificamos la ciudad y somos culpables de que los vecinos de aquí no descansen.
No observo tanta masificación y si que ciertos grupos de personas y asociaciones ven en el turismo un peligro para la naturaleza .
Siempre se hicieron botellones y no sólo en verano , segunda playa del Sardinero, Mataleñas etc.
Si se tiene que regular el botellón del Puntal se hace o se prohíbe , pero los que van allí no sólo son los turistas , también jóvenes de aquí.
Me da la sensación de que se están levantando MUROS en todos los ámbitos y es muy triste.
Me siento extraña en mi propio país.
Seamos sensatos, cuidemos la naturaleza, los pueblos y las ciudades, legislemos ,pero por favor, nunca pongamos fronteras ni números para que las personas podamos recorrer nuestro propio, bello y querido País.
Gracias.
Hay un problema grave de masificación. No hay más que ir a cualquiera de los puntos turísticos de la Comunidad y está lleno de gente.
PermalinkHay que poner números, claro que sí, no solo en Cantabria, también en el resto de destinos del mundo. Los lugares masificados pierden su encanto. Todo tiene un límite. Al igual que en un estadio hay un número de asistentes máximo, o en un cine, también se debiera de poner un número máximo de turistas. No hay capacidad ilimitada.
Esto se regula fácilmente con el alojamiento, dando un número de licencias para los diferentes tipos de alojamientos (hoteles, posadas, casas rurales, campings), acabar con la vivienda turística porque como se define en la RAE la vivienda es para vivir, no para alojarse. Y obligar a que las autocaravanas tengan que estar en un lugar habilitado para ellas, también con un número máximo. De esta forma, no sé encarecerá la vida de los ciudadanos, ni se petarán los lugares.
Es decir, que la gente se junta en una playa a beber una tarde y ya hablamos de masificación. Ayer 9 de agosto a las 20:30 el Regma del paseo pereda tenía 3 personas esperando para pedir un helado, cuando debería estar abarrotado de turistas acalorados en busca de su ansiado refrigerio. El aparcamiento de autocarvanas de Las Llamas, en comparación con el año pasado que estaba abarrotado de rotonda a rotonda, este año está vacío. Podemos ir al Sardinero y tirar la toalla donde nos plazca. Podemos ir a comer a cualquiera de las terrazas y no tener que esperar 45 minutos para sentarte.
No, Cantabria no está masificada. En Noja hay la misma cantidad de gente que toda la vida. Santoña igual, Laredo igual. Pero lo que pasa es que tenemos muy poca memoria y no queremos acordarnos de ello.
Hablar de masificación en Cantabria es inventarse un problema que no existe. Id a Oporto. Id a San Juan de Luz e intentad tomar una cerveza en una terraza en pleno julio o agosto, os será imposible.
Dejad de inventar
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