Solicitamos al Ayuntamiento de Santander elaborar un plan de protección para evitar el deterioro del edificio principal del siglo XIX de la Remonta

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La agrupación local de Cantabristas Santander muestra su gran preocupación por el estado ruinoso del edificio principal de la Remonta (construido alrededor de 1798) y plantea su conservación a través de su declaración como BIC (Bien de Interés Cultural) o BIL (Bien de Interés Local)

Cantabristas Santander ha solicitado al Ayuntamiento la elaboración de un plan de protección para frenar el deterioro del edificio principal de la Remonta, un bien patrimonial del siglo XIX que se encuentra en la actualidad en un estado lamentable: plumeros creciendo por todos lados, vegetación descontrolada, techos estropeándose con goteras, paredes notablemente deterioradas… En concreto, la propuesta de la agrupación local de Cantabristas Santander es declarar el inmueble, construido alrededor del año 1798, BIC (Bien de Interés Cultural) o BIL (Bien de Interés Local) para evitar que termine derrumbándose y echándose a perder un patrimonio histórico de gran valor.

Aunque el edificio pertenece al Ministerio de Defensa, y debería responsabilizarse de mantener en buen estado sus propiedades, el portavoz cantabrista, Manuel Núñez, ha apelado directamente a la alcaldesa de Santander, Gema Igual: “El Ayuntamiento tiene también la responsabilidad compartida de velar por el bien del patrimonio material municipal. Un edificio de más de 200 años debe tener una figura de protección que obligue a sus propietarios a mantenerlo y conservarlo”. Además, desde Cantabristas ven este plan de protección como una herramienta para presionar y exigir al Ministerio de Defensa la transferencia o cesión de toda la finca para convertir la Remonta en un nuevo espacio verde y cultural en Santander.

Este edificio, fue construido alrededor del año 1798 y en 1920 se transfirió al Ministerio de Defensa para darle uso como residencia habitual de militares. Tras 200 años de usos variados, el inmueble continuó estando en buenas condiciones hasta hace apenas 15 años, cuando quedó abandonada la finca de la Remonta en su totalidad. Desde ese momento, el edificio principal ha ido deteriorándose sin que nadie, salvo Cantabristas, haya planteado nada para su conservación.

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