II CONGRESU DE CANTABRISTAS

Presentamos el texto de la ponencia política principal aprobada en el segundo Congresu de Cantabristas, celebrado el 18 de diciembre de 2021 en Santander.

Una definición del espacio cantabrista

1. INTRODUCCIÓN

El II Congresu de Cantabristas es un momento clave en la definición de objetivos y evaluación del partido, dado que en él se han debatido todas las cuestiones relativas a la organización interna con las que nos enfrentaremos a las elecciones autonómicas y municipales de 2023, en las que debemos figurar con vocación de ganar peso en el escenario político cántabro e irrumpir en la política municipal.

Por ello, es importante definir, al menos, unos márgenes claros respecto al sujeto político al que representamos. Para ello, es importante recordar que, aunque somos un movimiento político joven, cargamos a nuestras espaldas el legado de muchos años de esfuerzo, trabajo, lucha y compromiso. Debemos, en la medida de lo posible, ser fieles a las líneas discursivas que el cantabrismo, tanto en su vertiente política como social, ha defendido históricamente, pues, de eso no nos cabe duda, son las líneas que pueden contribuir a construir una Cantabria más justa, libre e igualitaria.

En estos años, hemos dejado claro cuáles son nuestros principios, nuestros objetivos prioritarios y nuestra idiosincrasia. Así mismo, hemos ido contribuyendo a edificar ese movimiento comunitario al que denominamos espacio cantabrista. Para conocer nuestro sitio dentro de este espacio y poder definir quién participa de él con una visión común y quién lo utiliza como herramienta para fines particulares, debemos ser capaces de generar una definición de dicho espacio que delimite con precisión los márgenes que hacen del espacio cantabrista un sujeto político definido y diferenciable.

2. EL ESPACIO CANTABRISTA

El espacio cantabrista tiene una trayectoria histórica que ha dado lugar a diferentes manifestaciones sociopolíticas, con enfoques, objetivos y formas de actuar muy dispares, pero que, sin lugar a dudas, tienen unas líneas conductoras que nos ayudan a agruparlas en una misma entidad política. Tanto ADIC, como el PNC, ICU, CNSV, Arca, Conceju o Cantabristas, tienen una vinculación discursiva que define nuestro papel en la política cántabra. Los tres elementos vertebradores que unen todo este quehacer sociopolítico son claros: la defensa del territorio y el medioambiente, la promoción del autogobierno y la protección de nuestra cultura y patrimonio.

2.1. Defensa del territorio y el medioambiente.

 Históricamente, el cantabrismo siempre ha estado muy próximo al movimiento en defensa del medioambiente, compartiendo una visión que aún hoy tenemos muy clara: el valor y la potencia fundamentales de nuestra tierra son precisamente su entorno natural privilegiado sin par. Es inconcebible una Cantabria gris, una Cantabria de hormigón, sin su paisaje y naturaleza característicos. De hecho, los modelos que siempre ha utilizado el cantabrismo para representar las políticas nocivas a las que hay que enfrentarse han sido los destrozos en la costa con sus macro urbanizaciones ilegales o los grandes destrozos medioambientales perpetrados durante años por diferentes gobiernos.

Por eso, Cantabristas debe erigirse como baluarte de la defensa medioambiental y de la potencialidad de Cantabria como comunidad sostenible, en la que la economía y el bienestar de las personas caminen de la mano de la defensa del territorio y el medioambiente.

2.2. Promoción del autogobierno.

El cantabrismo ha tenido siempre una forma de entender la gestión de lo común: el autogobierno. Entendemos que la mejor forma de sacar partido a todas las posibilidades de nuestra tierra y de atender a los múltiples problemas y conflictos que padecemos es trabajarlos desde aquí, entre la gente de aquí. Con la perspectiva global de los derechos humanos, de la igualdad y de la sostenibilidad, consideramos que no hay nadie mejor que la propia población cántabra para decidir sobre cómo queremos avanzar hacia el futuro. 

El autogobierno, desde la perspectiva del cantabrismo, supone el reconocimiento de los derechos políticos que corresponden a Cantabria como sujeto soberano, más allá de concepciones del autogobierno limitadas a la gestión autónoma de unos pocos asuntos, o un cierto grado de autonomía cultural. El autogobierno es, para Cantabristas e históricamente para el movimiento cantabrista, una reivindicación política y una aspiración que trasciende más allá del marco autonómico de la Cantabria actual. También es una forma de entender las organizaciones y el trabajo político, concebido y desarrollado desde Cantabria y en base a las necesidades y demandas de la sociedad cántabra. Es por todo lo anterior que Cantabristas asume una posición política soberanista, en sus diferentes manifestaciones y graduaciones.

Cabe señalar que la voluntad de autogobierno se vio manifestada incluso en la explosión estatal política del 15M, que produjo entre otras cosas un acercamiento a la política de muchas personas, haciendo que las propias asambleas del 15M en Cantabria pusieran el foco en la actuación local y en la toma de decisiones de forma soberana. 

Cantabristas debe tomar el testigo de la soberanía y entenderla de forma amplia, con la voluntad de ser la casa de todas las distintas formas de entenderla, partiendo de la base inexcusable de la profundización del autogobierno y la no injerencia exterior en el trabajo sociopolítico. 

2.3. Protección de nuestra cultura y patrimonio.

Desde sus orígenes, el cantabrismo ha sido el refugio de quienes sentimos que la identidad cántabra conlleva cierto aprecio por las manifestaciones culturales tradicionales de nuestro pueblo, así como por el patrimonio, material e inmaterial, que históricamente se ha ido generando en nuestra tierra. No hay más que aproximarse al mundo de la música folk y tradicional, o a áreas de la cultura autóctona como la práctica deportiva de los bolos o la literatura sobre la mitología cántabra, para darse cuenta de que el cantabrismo tiene una vinculación muy estrecha con estos preceptos. 

Así, Cantabristas solo puede entender la identidad cántabra teniendo en cuenta, poniendo en valor, protegiendo y procurando difundir y promocionar todos los elementos de nuestra cultura y patrimonio, intentando acercarlos a las nuevas generaciones y trabajando por evitar que desaparezcan al hacerlo también nuestros mayores.

3. IMPLICACIONES DE ESTA DEFINICIÓN

Al haber definido el espacio cantabrista en torno a estos tres elementos vertebradores, debemos ser conscientes que, para nuestra organización, el escenario político, las alianzas y las oposiciones, deben entroncarse en base a esto. Cantabristas es el partido político que representa al movimiento cantabrista y como tal, debe actuar en consecuencia. Las alianzas deben intentar fraguarse siempre entre entidades que compartan esta línea vertebradora del movimiento, que son la defensa del territorio y el medioambiente, la promoción del autogobierno y la protección de nuestra cultura y patrimonio. 

Aun siendo posible, por diversas cuestiones, generar relaciones y vínculos puntuales con organizaciones que pudieran contravenir alguno de estos puntos, debemos ser conscientes del legado que cargamos a nuestras espaldas y de la responsabilidad que ello conlleva. Somos los representantes del cantabrismo en el ámbito de la política cántabra y debemos actuar como tal, velando por los intereses de Cantabria y rechazando prácticas utilitaristas que poco tengan que ver con el bienestar de nuestro pueblo.

Así mismo, formar parte del espacio cantabrista debería dejar su impronta no solo en nuestras acciones y comunicaciones cotidianas, sino también en el trato y relación que mantengamos con cualquier tipo de organización o asociación, ya sea en el plano político, social, cultural, sindical, etc. Debemos ser conscientes del papel que debemos cumplir, de la gente y las ideas a las que debemos lealtad y respeto, y de los objetivos que estamos destinados a alcanzar. Por eso, Cantabristas no debe trabajar solo por crecer y aumentar su peso e influencia en la política cántabra, pues somos una pieza más del espacio cantabrista, y debemos esforzarnos por fortalecer el resto de entidades que comparten nuestro escenario.